Bad Reichenhall

Bad Reichenhall

Bad Reichenhall no es ciudad para jóvenes. Nos damos cuenta por la cantidad de negocios de prótesis y ortopedia en general que existen. Bastaría también con fijarse en las caras de los viandantes. No hay que ir pidiendo el carné de identidad. Hemos decidido hacer una escapada de fin de semana y, aun sin haber comenzado a explorar, ya nos estamos preguntando por qué escogimos este sitio si aquí solo se viene jubilado.

Nuestro hotel está apostado a las afueras, más invitando a irse que a quedarse. Estamos rodeados de supermercados. No veo lo idílico por ningún sitio aparte de encontrarnos abrazados por unas montañas alpinas envueltas en esa magia que le dan unas nubes algodonadas que las peinan a medida que se desplazan.

Salimos algo desesperados a buscar un sitio donde almorzar. Mientras caminamos hacia el centro, se nos van descubriendo edificios de piedra que poco tienen que ver con las típicas casas de madera bávaras. Las callecitas, sin tráfico, con sus casas bajas, estrechas y engalanadas con flores y árboles en las puertas, son hermosas. Este sitio fue en otro tiempo un refugio para el reposo, un balneario famoso. Todavía lo es. No podían fallar la exquisitez y el detalle. Empiezo a mirarlo con otros ojos.

De casualidad encontramos una terraza de comida italiana con la cocina abierta a una hora que es más de sobremesa y café. Un milagro. El italiano está en una placita con una fuente. Hace algo de bochorno. Nos pedimos un Aperol. Sirven rápido. Brindamos, le pegamos un buche y sonreímos. Concluyo que el Aperol es como el punto de apoyo de Arquímedes: dadme un Aperol y moveré el mundo.

La comida está excelente y la disfrutamos mientras observamos a una niña algo gordita que juguetea en la fuente. Primero se moja algo los pies, luego se atreve más y mete las piernas hasta las rodillas, después, ya toda lanzada, se mete hasta la cintura y al final se tira al charco como si fuera una piscina y acaba empapada de arriba abajo mientras, tras cada chapuzón, se desternilla. '¿Dónde estarán los padres?', nos preguntamos. Cosas de la cultura. Es graciosa y tiene esa cara de felicidad que solo muestran los inocentes. Si yo tuviera 45 años menos iba y me metía yo también, pienso, pero en esa ocasión me modero y me quedo disfrutando de la compañía, del Aperol y del espectáculo.

La madre llega minutos después y le revienta el festín. La sienta al borde y le dice que recoja sus zapatillas y sus calcetines en ese tono grave que muestran las madres cuando se ponen serias, y mueven el índice adelante y atrás de manera inquietante. Todo hay que decirlo, la niña los había colocado con cuidado fuera del alcance del agua para que no se mojaran. Mientras se pone los calcetines y se mete las zapatillas, la niña muestra su cara de disgusto. Los mayores solo saben fastidiar, pero Bad Reichenhall no es solo ciudad para viejos.


Fermin.

Comentarios

  1. Me encanta el principio y el final, es un círculo perfecto!

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  2. Muestras la sensibilidad propia del escritor. Podría ser perfectamente el extracto de una novela o de una crónica de viajes. Trasmites muy bien la atmósfera del lugar. Y además en tu mirada se observa la ironía: “dadme un Aperol y moveré el mundo” y la capacidad de engrandecer y dar sentido y belleza a un pequeño suceso como ese chapuzón de la niña. El ritmo es muy bueno. Me ha gustado mucho. Keep writing! Mar

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    1. Maaaar!! Muchísimas gracias. Qué te digo, tu crónica me parece muy bien escrita, no lo digo por quedar bien. Además me das ideas para tomarlas en próximos escritos, dónde hacer hincapié, etc. Me lo intentaré tomar en serio y escribir de vez en cuando. Buen finde😊🤗
      Ps: publica algo que te podamos leer !!!

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    2. Confieso que me gusta más analizar que escribir pero algo enviaré. Siempre me habían gustado tus escritos. Yo ahora necesito unos días "patitas p'arriba" aprovechando el sol y los restaurantes por fin abiertos aquí. Disfruta!! Seguimos...

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    3. 🙂Pues anímate porque analizar lo haces muy bien. No lo digo por la crítica positiva. El estilo y los detalles me han gustado . Muy buena lupa. Disfruta ese sol y esos restaus. Aquí estamos igual. Por fin se puede ir de terracitas y disfrutar al aire libre, a pesar de las restricciones. Disfruta tú tb!

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    4. Gracias Fermin! Disfrutemos el sol y la escritura. Un abrazo!

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  3. También me ha gustado el texto y destacaría que no es tan largo como un día sin pan, como los primeros textos que enviaste. Destacaría la evolución en el texto de una apreciación a primera vista del lugar y cómo esa idea se va transformando porque el viajero se deja encantar. Bien hilado con la anécdota de la niña.

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    1. Muchas gracias, Nanda! Los textos largos son mi cruz😅😄 A lo mejor quiero contar muchas cosas. Me cuesta hacer textos cortos. En el curso fuí más o menos mejorándome. Ahora me suelen salir de entre 500 y 1000 palabras. A ver si me lo tomo más en serio y les recorto texto sin que se me vaya la mano...
      Cuídate🤗

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